(A mi madre)
Brillaba la luz en su mirada tierna
Temblaban mis manos
Como un pájaro herido entre sus manos…
Un suave pañuelo con perfume a lilas,
Secaba el sudor de mi frente dolorida
Entre nubes de vapor me hundía lentamente.
Escuchando el eco de una vieja canción:
“duérmete mi niña…duérmete mi amor”
Recordé el abrigo de su vientre,
Y como un murmullo,
El dulce timbre de su De voz.
De pronto,el pozo en que me hundo
Se inunda de una luz multicolor
.
¡Verdes azules y celestes invaden mi retina!.
¡La Novena rompe el silencio!
En un espacio que suena a Eternidad, a Dios.
Una playa infinita y blanca me invita a danzar.
¡Los pies se desprenden del suelo! “
Y giro en el aire sin peso, ¡Todo es paz!
Los relojes blandos de Dalí
Marcan una hora sin tiempo ni compás
Un frío intenso mordía la penumbra gris…
Y sentí un agrio sabor a realidad
Me rodeaban azulejos blancos.
Frente a mí, una Cruz en la pared desnuda,
El dolor, y tu presencia…nada más.
LUCY LEONI
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