"MAGICO PAJARO DE LUZ

Mi alma lo buscaba,yo sabía que estaba,y mis ojos cansados de llorar reflejaron en él las gotas de luz de mi retina.Era tiempo de pensar sin pensar,de caminar lento y difícil, de querer volar,de mirar para adentro y pensar,pensar...
Pero allí estaba,´quiso besarme con su pico sin asustarme,y su aleteo acarició mi mejilla,y mi alma
No se si alguien más lo vió, no se si alguien más lo verá. Es un pájaro,que suele venir cuando la angustia ronda,cuando la tristeza pesa.
Lo llamé "Extraño pájaro de luz" y creo haberlo podido reflejar aquí,(quizá alguien ya lo conozca)

Fotografía y relato:
Lucy Leoni

LUZ DE LUNA

Era noche plena .y con pasos lentos .recorrí la hierba húmeda . Mis pies pronto percibieron la energía de la tierra.
Me hacía falta sentir la brisa fresca de la noche en mis mejillas ardientes de insomnio,
Necesitaba mezclarme con los rayos blanquecinos que dibujaban extrañas formas sobre la negra espesura
No quería pensar, no deseaba que mi mente siguiera dibujando futuro,y dolor.Solo silencio,...y la nada
Elevé mis ojos buscando una respuesta sin respuesta, y un escalofrío subió hasta mis entrañas
Allí estaba ,frente a mis ojos ,una rosa blanca, agonizante, con los últimos pétalos como aferrados al tallo .Bella, muy bella, más bella que el silencio apenas cortado por el rinrrinear de los grillos...
Un rayo de luna, la besó, y tembló, como estremecida de rocío y luz...Entonces, el blanco fué más blanco, y su luz ¡Fue mi luz!
Regresé la noche siguiente, la busqué ,pero solo su tallo y su centro mirando al cielo me la recordaron
Noche sin luna, llovizna, grillos sin canto, flores sin luz...
Retorné lentamente a mi cuarto, las mantas ,aún tibias me acurrucaron
En la pared, los leños aún encendidos dibujaban como a un fantasma, la última rosa del verano
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Texto y fotografía:
Lucy Leoni

DE MARIPOSAS;Y DUENDES ESCONDIDOS

Caen como cortinas transparentes,transforman el color donde lo tocan, provocando figuras etéreas,extrañas y suavemente onduladas...
Mi extasis fué maravilloso,¡Habia encontrado un paisaje más en los secretos recondijos del hábitat de los ñomos! sabía que continuaban allí...
Cerré los ojos y fuí cayendo en un sopor intenso que me sumió en aquella maravilla de color y sonido.Hice a un costado el velo liláceo que me invitaba a pasar y los acordes de una sinfonía me recibieron acariciando mi mente hasta obmnubilarme.
Ya no podía pensar ni comparar,la belleza era celestial,los lilas,dorados y azules jugaban en las alas de inmensas mariposas que se posaron en mí como paletas
manchadas por un pintor que no era de este mundo.
Una inmensa ternura me invadió escuchando el aletear con su frenético ritmo exitante y lleno de amor.
Seguí avanzando,mis piés descalzos sintieron la tibieza de un suelo dorado y tibio
que llegó hasta la garganta, convirtiéndose en perfume de azahares y naranjas incipientes.
Una seguidilla de pequeñas gemas de colores,me obligó a levantar mi pié,brillaban,y sonaban con metalizadas notas armónicas .
Pensé en un collar,pero mis dedos solo se animaron a acariciarlas,una por una.El brillo se acrecentó,y mis oídos percibieron un incesante parloteo dulce y tierno.
Traté de salir de allí,mi pensamiento escurridizo me volvió a la realidad,¡Había intentado conocer el interior de MI piedra.!La de los ñomos,la de los sitios alucinantes y minúsculos donde vivían,aquellos paisajes, que plasmados en una obra de arte,recibían como crítica una pregunta ¿Cómo lo lograste?¡Es mágico!
Muy fácil,allí están,en una humilde piedra en la que nadie hubiera reparado,pero Ellos me sorprendiron un amanecer,Yo los vi...

Fotografía y relato
Lucy Leoni

EL LLAMADO

No se porqué respondí al llamado. que sonó como un soplido de una brisa de otoño, (si es que la brisa  podía sentirse en ese momento)

Solo sabia que debía volver. ¿Adonde?

Tal vez a terminar lo que había dejado inconcluso.

Ya era hora, aunque yo no deseaba que aún lo fuera...

Un túnel negro y húmedo me atrajo. El trayecto fue difícil, pero casi al final una luz potente y fría me encegueció.

Allí empezó todo, como había terminado.

Texto: Lucy Leoni

EL VELO

Se siente como un débil soplido que percibe mi piel insinuandose sutilmente bajo los velos. Es como una caricia que repite la armonía con que se mueven.
Suavemente,suben a la nada,como atraídos por un titiritero ausente,que se desvanece en la sinfonía del Universo

Fotografía y texto :Lucy Leoni

EL PAJARO ROJO

Llegó hasta mi cuerpo,y se posó en mis heridas.
El pico afilado y curvo repetía los compases de una afinada flauta estridente y fría. Sobre un conjunto de bajos y violonchelos,semejaba una sinfonía no pensada por mente humana,El temor a más dolor me paralizaba.Solo quería dormir y olvidar mi karma,soñar con mi adolescencia y danzar descalza en la playa.
Estaba segura que mañana volvería,hasta el final,
un final al que sin embargo,temía
Las alas extrañamente celestes me consolaron,y mi pájaro de fuego ya no me asustó,¡Sus picotazos calmaban,! No me agredía,solo cerraba mis heridas de manera muy extraña.,Con su pico agudo ,su cuerpo extrañamente rojo y sus alas azules.Revoloteó sobre mi cama en repetidos círculos concéntricos..Sentí mucha paz,y dormí,y tambien soñe con una playa y una fantasmal sinfonía.
Por la mañana,,al despertar,escuché un canto parecido a a una flauta aguda y afinada.Ahora si,cuando el dolor acose lo estaré esperando,aunque no estoy segura si volverá.

Lucy Leoni (Relato y fotografía)

¿A QUË VINISTE?

A QUË VINISTE?

Es fácil perder la memoria en esta tierra. Distraerse con los mil y un artilugios creados por amigos de nuestra misma especie para que la vida pase más rápido y menos concientemente. Pero esa pregunta, incisiva e insomne, revolotea en nuestros oídos como una avispa molesta.

¿A qué viniste? ¿Para hacer qué? ¿Cuál es tu misión?

Y si creías que estabas acá para pasarla bien, la avispita te pica y te recuerda que no es tan así.

Y si creías que la vida es deber y sufrimiento, te invita a volar con ella a un panal lleno de miel donde todo se ve más liviano y diáfano.

Y si creías que las misiones son para otros, te zumba mientras estás durmiendo para que despiertes de una buena vez y te sacudas esa modorra gastada.

¿A qué viniste? ¿A qué?

Y das vueltas en la cama , inquieto, sudoroso, y abrís los ojos en plena noche para encontrarte con ese niño que te persigue. Sí,  ese mocoso del pasado que tenía un sueño, tan intenso y claro, que ahora, en plena noche te enceguece. Pero no porque su cualidad sea la de enceguecer, sino porque tus ojos se olvidaron de lo que es la luz, y se acostumbraron a ir cerrados a tus deseos más verdaderos. Y a tus sueños. Y al anhelo profundo de tu alma.

¿Vas a seguir durmiendo? Te dice con inocente atrevimiento esa niñita que no quiere dormir. ¿No ves todo lo que hay por hacer y a todos los juegos que tenemos que jugar? Y te hace sentir peor que antes.

La avispa, el niño, la niñita... ellos saben.

La próxima vez que se te aparezcan   pregúntales…


Desconozco el autor